Eramos seis. Reservado con antelacion. Mesa en el bar. bien, amplia. El sitio se encuentra en un pueblo muy pequeño, tiene muy buenas vistas, aparcamiento privado. El interior esta lleno de cacharros de porcelana y resulta todo muy rustico y agradable. Nos atendieron rapido. No hay carta. Es a base de menu con varios primeros y segundos a elegir, postre y vino y agua.
PRIMEROS:
Dos pedimos fabada. Abundante. Para repetir mas de una vez. Estaba muy rica. Fabes suaves y caldo ligado y sabroso. El compango aceptable. El tocino un poco durillo. Para mi lo mejor de lo que se pidio.
- Dos pidieron fidegua. Tambien muy abundante. Sobro. Me gusta con el fideo mas fino. Tenia almejas y gambas, creo. La probe. Bien sin mas.
- Una pidio calamares en su tienta con arroz. Los calamares estaban ricos.
- Tambien pidieron menestra. Estaba un poco sosa. Lo que menos gusto.
SEGUNDOS.
Cuatro pedimos Pitu Caleya. No es el mejor que he comido, pero estaba aceptable. Algunas partes un poco secas.
Dos pidieron bacalao. No lo probe. no puedo opinar.
Postre: Habia tres para elegir. Pedi arroz con leche. Me gusto bastante, aunque no estaba excesivamente dulce.
Bebidas: Agua, vino y casera. Aparte pedimos un tinto rioja Ramon Bilbao y un blanco de la zona ( no tenia ni idea que al lado del rte. habia una bodega ).
El servicio, atencion y tempo platos correcto. Salimos, incluidos cafes, a 32,50e.
Puntuacion: 7,1/10